Flexibilidad | Definición | Diccionario de Mudanzas

La capacidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes que pueden surgir durante el proceso de traslado de enseres.

La flexibilidad en mudanzas se refiere a la disposición de adaptarse y ajustarse a las necesidades, a los cambios imprevistos o situaciones inesperadas durante el proceso de traslado de objetos y pertenencias de un lugar a otro.
Si la capacidad de flexibilidad la demuestran tanto empresa de transporte como el cliente, una mudanza se convierte en un acontecimiento más manejable y menos estresante.

El grado de flexibilidad de una empresa define su facultad de adaptar los servicios a las necesidades individuales de los clientes, como la realización de las mudanzas en las fechas que mejor convengan a los clientes, la disponibilidad de recursos materiales, herramientas y maquinaria adecuada y equipos experimentados para efectuar labores de carga-descarga, desmontajes-montajes, o desinstalaciones-instalaciones de diferentes niveles de complejidad, la operatividad de dar soluciones a los imprevistos en la carretera, como problemas mecánicos con el vehículo de mudanza, etc.

La flexibilidad que demuestra un cliente, que, en primer lugar, consiste en la flexibilidad en las fechas posibles para la realización de su mudanza, es también un factor importante para que una mudanza se concluya satisfactoriamente. Por ejemplo, durante el traslado, pueden surgir imprevistos en la carretera, como cambios inesperados en las condiciones del tráfico. La flexibilidad concedida por el cliente es un respaldo para la empresa, que le permite hacer ajustes en tiempo real para superar estos obstáculos.
Además, la flexibilidad otorgada por el cliente permite a la empresa ofrecerle precios mejores, aprovechando para su traslado una de las salidas de sus camiones ya programados o incluir su envío con el volumen pequeño en su plan de trabajo, con las expectativas de realizar el traslado en una de las rutas próximas, que está proyectando a formar.

Una planificación cuidadosa, con margen de tiempo (con suficiente antelación para manejar cualquier imprevisto), junto con la disposición para ajustarse a lo inesperado, se ajusta para garantizar que la mudanza se lleve a cabo de manera efectiva. Pero la capacidad de adaptación y una actitud flexible mutua (empresa-cliente) son esenciales para superar obstáculos que no se puede prever, sobre todo en mudanzas a larga distancia, de miles de kilómetros (donde están involucrados hombres, vehículos que pueden fallar, el tráfico (atascos), condiciones meteorológicas adversas, etc.).